Intrigadas por el ethnic grunge, The Modistas investigamos los antecedentes de una tendencia que se instaló en las estampas del invierno y que promete aun más para la próxima temporada.
Motivos Ikat y rayas guatemaltecas fueron la base sobre la que Proenza Schouler se basó para conformar una colección –otoño-invierno 2011– de espíritu bohemio, pero igualmente refinado.
Inspirada en la comodidad americana de los 50 tardíos, la colección otoño-invierno 2011 de Preen amalgamó una silueta minimalista con acentos estratégicos de neto corte tribal.
Como antecedente de la tendencia, la colección primavera-verano 2010 de Issey Miyake. Se trató de un mix de “préstamos étnicos” provenientes de las culturas céltica, pakistaní y japonesa.
Lo tribal también dio su presente en las colecciones primavera-verano 2012, tal como lo demostraron Roberto Cavalli, Donna Karan y Burberry Prosum.
Esta temporada, se vio la fuerza de las influencias étnicas en varias de las colecciones de las etiquetas de moda local, que hicieron suya una tendencia global, basada en la fuerza iconográfica de lo étnico –con la que la cantante M.I.A. se dio a conocer al mundo en 2005– “remixada” con el espíritu grunge que, a mediados de los 90, personificó Kurt Cobain.
Si bien las estampas étnicas tomaron estatuto de tendencia en 2011 –y las colecciones otoño invierno de Proenza Schouler y de Preen dan cuenta de ello–, un antecedente de la intención de volver sobre la iconografía de distintas culturas del globo se puede leer en la colección –visionaria, por cierto– primavera-verano 2010 de Issey Miyake. Dos temporadas más tarde, primavera-verano 2012, ramificaciones de la influencia se vieron en los ensambles creados por Roberto Cavalli, Donna Karan y Burberry Prosum. Colecciones internacionales que, de seguro, prestarán inspiración a las colecciones locales de la próxima primavera.
¿La clave para llevar estampas étnicas sin caer en excesos? Emparentándolas con piezas de corte sastre, desenfadas y lánguidas, tal como lo propuso Proenza Schouler; con bloques de color en las gamas del fuego, como mostró Preen; con siluetas fluidas y desestructuradas, como lo formuló Issey Miyake; o de un modo sumamente lady-like y correcto, como se vio expresado en las colecciones primavera-verano 2012 del hemisferio Norte.
Morimos por ver cómo la tendencia se deshilvanará la próxima temporada. ¿Nuestra apuesta? Hacia algo un tanto más Safari.
Con amor,
The Modistas
Imágenes vía www.style.com y www.vogue.co.uk
Link: http://bit.ly/IVSIXD
No hay comentarios:
Publicar un comentario