Fotografiada por Annie Leibovitz, Rihanna se recibió de fashion icon cuando llegó, en amrzo de 2011, a la tapa de Vogue US. Imagen vía Vogue.com.
“Es muy inspiradora. Tiene una idea muy clara de lo que quiere. Por su confianza, lo que elige nunca luce como un disfraz: lleva la ropa sin esfuerzos”, comenta la estilista Mariel Haenn en el perfil que Vogue dedicó, en marzo de 2011, a la celebridad que aquí nos reúne: Rihanna. Perfil que, bajo la lente de la excelsa retratista Annie Leibovitz y la cálida pluma de Jonathan Van Meter, coronó a la cantante como ícono de estilo hecho y derecho, con tal sólo 22 años.
Las palabras de Haenn no son menores. Desde 2006 la estilista –cuya cartera de clientes incluye a celebridades como Jada Pinkett-Smith, Cindi Lauper, Jay-Z y James MacAvoy– trabaja en colaboración con Rihanna. Y es justamente esa colaboración creativa la que ha logrado que, seis años más tarde, no quepan dudas respecto del espacio que la cantante oriunda de Barbados ocupa en el cosmos de la moda global.
“Cuando me corté el pelo, todo mi sonido cambió, todo mi estilo cambió”, asevera Rihanna en el reportaje de Van Meter, quien logró sintetizar a la perfección el look pre 2007 de la celebridad: “era bella, pero de un modo genérico”.
Un corte á la Linda Evangelista –ícono indiscutido de los 90–, mechado con un tanto de futurismo punk y mucho de provocación (tamizada, de a ratos, por una actitud entre pícara y naïve) bastaron para cimentar el camino que nos trae al presente.
Un camino que, para The Modistas, entró en fase de maduración estética en 2010 y que, a continuación, resumiremos con imágenes tomadas directo de la alfombra roja, por supuesto.
2010: Good Girl Gone Bad
Así se titula su tercer disco, salido al mercado en 2007. Según la cantante, marcó un antes y un después en su música y en su estilo personal. Arriba, en los Grammy Awards, con un vestido de Elie Saab, luego enfundada por una mono prenda de corte futurista para los Echo Awards y, por último, con un see-through despampanante de Elie Saab en borravino. Imágenes vía WENN, Socialite Life y Reuters.
2011: 80% pin-up
Tanto el vestido de Jean Paul Gaultier que llevó a los Grammy Awards, como el de Christian Dior que llevó a los Brit Awards y el Alexander McQueen que la acompañó a la gala del Met cuentan con un denominador común: algo de la sensualidad clásica de las chicas de calendario de los 50 se inmiscuye en cada uno de los estilos arriba expuestos. Imágenes vía Just Jared, Getty y Reuters.
2012: Sensualidad en estado puro
Al momento, la mejor etapa estética de la cantante. Tan confiada como sensual, los looks que exhibió en los Grammy Awards, los Brit Awards y la gala del Met nos quitaron el aliento. Un Giorgio Armani y un Alexander McQueen con escotes profundos y siluetas sirena son rematados por un Tom Ford de textura símil reptil, de igual silueta, pero con escote en la espalda… ¡Chapeaux, Rihanna! Imágenes vía Just Jared, Glam UK y The Washington Post.
Con amor,
The Modistas
Bocas intensas: Tonos uva, vino, marrón y hasta negro en contraste con pieles blanquísimas.
Atención: Ojos y bocas intensos no serán excluyentes entre sí. Este invierno, lo trendy es el exceso. ¡A rockear!
