Dos planos, el mismo año. Gwyneth Paltrow en la edición 2012 de los Oscars (izquierda) y en el lanzamiento de una fragancia (derecha). Si bien la boca full red le queda bárbara, lo que hace de la actriz un ícono de estilo es lo cómoda que se siente en su propia piel.
“Belleza, para mí, es estar cómoda en tu propia piel. Eso, o un labial rojo que la rompa”. Las palabras son de Gwyneth Paltrow, actriz devenida portavoz indiscutida de todo lo que es simple y sofisticado. Tal como Scoop, el newsletter semanal que edita, con recetas de cocina, guías de viaje, moda, notas de cultura y tips de bienestar, lo demuestra. Sobre sus palabras –sabias y frescas– The Modistas nos basamos para plantear nuestra postura respecto de un tema que a muy pocos les es ajeno: la piel.
Así como creemos que la ropa debería llevarse en el cuerpo sin esfuerzos y que, cuando el vestir acompaña la personalidad con fluidez, brillamos, consideramos que una piel sana y radiante es el accesorio por excelencia.
Nada es más chic que una mujer cómoda en su piel. Y, como el mundo moderno no deja de sorprendernos con su miríada de estrategias (llámese labial rojo para matar o cremas de tratamiento para verse más jóvenes), elaboramos un checklist para optimizar los resultados de un régimen de cuidado de la piel.
Para una piel sana, todo el año:
- Llevar una vida saludable es clave. Para ello, realizar actividad física, tener una alimentación variada (vegetales rojos y verdes, aceite de oliva y peces de profundidad), ingerir líquidos (dos litros de agua por día como mínimo) y nada de cigarrillos.
- Mantener la piel bien hidratada, siempre. Las cremas se seleccionan según el tipo de piel, la edad y la época del año. En líneas generales, los productos con mayor permanencia se condicen con pieles mayores y climas fríos, y los productos fluidos y acuosos, con pieles jóvenes y climas cálidos.
- Ayudar a que la piel se renueve es fundamental. Se logra con el uso metódico de productos en casa, como máscaras, y con tratamientos periódicos en gabinete, como peelings.
Durante el otoño y el invierno, dos objetivos:
- Pensar y actuar sobre un plan de recuperación. Luego del verano, la piel necesita reestructurarse. Éste es “el” momento para llevar adelante tratamientos intensivos que inducen la producción natural de colágeno y que renuevan la epidermis.
- Cuidar la piel del frío. En el set de cuidados diarios, incluir productos con un buen efecto de cobertura, que protejan del clima durante el día y con efectos regeneradores, para la noche.
¿Nuestro voto? Por una piel que logre eclipsar
hasta al rojo más intenso.
Con amor,
The Modistas
Agradecemos a Sergio Escobar, médico dermatólogo, por su colaboración en esta nota. Imágenes de Tasos Katapodis (Getty) y de Pascal Le Segretain (Getty).
Link: http://bit.ly/Ie2Hsm
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